La sirena de la Laguna de Alegría

Según cuenta la leyenda de la Laguna de Alegría, existe una sirena que vive en lo profundo de las aguas, a quien le gustan los hombres guapos y jóvenes.

Si alguno se baña en la laguna y la sirena se enamora de ellos, los atrapa llevándolos hasta el fondo. Después de unos días, los suelta y regresan a la superficie sin vida.

De acuerdo a las creencias de los lugareños, el volcán Tecapa hizo su última erupción en el siglo XII de nuestra era, en esas fechas el poblado que dio origen a lo que fue Tecapa y hoy es Alegría, se llamaba Gueymitique (lugar donde los vientos silban), era un pueblo Lenca y fue invadido por la tribu de los Tecolucas-nonualcos (de lo que hoy es la zona paracentral del país), en una guerra de conquista.

Cercano a lo que hoy es el Cantón San Juan, residía una bella joven con sus padres y hermanos. Se llamaba Xiri (Estrella), junto a los invasores venía un brujo, que a primera vista se enamoró de Xiri, pero ella no correspondió a las intenciones del brujo. Pocos días después los padres y hermanos de la joven murieron luchando contra los invasores, mientras el volcán mostraba su furia en una erupción que no cesaba.

El brujo fingió leer el futuro en las entrañas de un perro, por lo que según él, era necesario un sacrificio humano (de una doncella) para calmar la fuerza del volcán que cada vez más amenazaba con destruir la población, por lo que fue Xiri la elegida para ser lanzada al río de lava ardiente y lograr así que fuese disminuyendo la furia del volcán.

Todo estaba preparado para realizar el sacrificio de la doncella, quien tenía como mascota un pájaro guardabarranco, quien al ver que su ama iba a ser sacrificada, comenzó a cantar de una forma tan especial, tan convincente, que el volcán comenzó a apagarse y a dejar de lanzar lava, rocas y humo y comenzó a llorar, de forma copiosa que esas lágrimas dieron origen a lo que hoy conocemos como Laguna de Alegría.

Y de ahí surge la leyenda de la sirena, que según pobladores ha desaparecido a varios jóvenes que han osado nadar en las aguas azufradas de la laguna.