Ciudad Victoria es un municipio ubicado en el departamento de Cabañas en El Salvador. Ahí se promociona el ecoturismo para que las personas lleguen a disfrutar de las bellezas naturales que ofrece esta zona.
Dentro de esos lugares que se promueven podemos mencionar los cerros El Ocotillo y Cerro El Brujo; estos se encuentran muy cerca de la ciudad, a tan solo 10 minutos en vehículo o a unos 30 minutos caminando; en la cima del segundo cerro se encuentra la Piedra Bruja, una misteriosa piedra de la cual se desprenden muchas leyendas locales.
Sin duda alguna El Cerro Brujo es un lugar maravilloso, desde ahí se divisa uno de los paisajes más hermosos de Ciudad Victoria y todas las montañas y cerros que rodean el municipio, este también es un lugar propicio para respirar aire puro ya que se encuentra a una altura de mil 200 metros sobre el nivel del mar.
Cuenta la leyenda que este misterio comenzó a suceder a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, una época antigua en la cual comienza a dar vida a la leyenda de La Piedra Bruja. Dicha piedra se encontraba allí está enclavada en la cima del cerro del mismo nombre, y era un lugar perfecto donde los duendes juguetean por la noche y los malos espíritus envolvían la geografía del mítico Cerro El Brujo.
Aparentemente en esa época la piedra fue testigo de actos malévolos ya que fue precisamente en este lugar donde un considerado grupo de personas de Ciudad Victoria llegaron para pactar con el Diablo y vender su alma con el fin de hacer su estancia terrenal diferente a los demás gentes.
Con los pactos y ofrendas lo que lograron fue conseguir riqueza y poder, básicamente lo que hacían era que llegaban a regalar sus almas o la de sus seres queridos a Satanás, como una ofrenda a cambio de riquezas materiales.
En Ciudad Victoria, los adultos mayores cuentan que quienes pactaron con el diablo, de la noche a la mañana se hicieron de una inmensa fortuna, en los patios de su casa y que en terrenos cercanos de repente iban a desenterrar vasijas llenas de dinero.
Encontraban miles de “bambas”, estas eran monedas de plata de un colón que habían antes en El Salvador; se cuenta también que con ese dinero maldito llegaron adquirir grandes propiedades que hoy en día están en manos de sus últimas generaciones.
Pero más allá de la entrega a Satanás a cambio de riqueza y poder, también están las aterrorizantes historias de personas que llegaron hasta La Piedra Bruja para entrar en contacto con el diablo y hacer brujería a personas a quienes consideraban sus enemigos. Es precisamente de esos actos donde proviene su nombre.
Sin embargo existía otros llegaban hasta la piedra para hacer peticiones curiosas como por ejemplo rituales orientados a obtener poderes extraordinarios que les permitiera cambiar de apariencia en cualquier momento de su existencia; de hecho algunos habitantes de este lugar que pasan de más de 80 años de vida, cuentan que habían personas que producto de su pacto tenían la capacidad de convertirse en varios tipos de animales.