Esto es en el balneario “Encantos del Duende” en el Barrio El Centro, del municipio de San Ramón, en el departamento de Cuscatlán, donde se pueden realizar caminatas y agroturismo.
Luego de bajar 120 gradas rodeadas de bosque se llega a la Cueva del Duende.
Contaban los abuelitos que hace muchos años en el cantón San Pablo de San Ramón, muchas mujeres se dedicaban a fabricar comales y los días domingos salían a venderlos en canastos por el municipio.
Cuando ellas bajaban sus canastos para descansar un poco, justo en la calle que colinda con este balneario, se les aparecían repentinamente una cantidad impresionante de chompipes y al quererlos capturar para llevarlos a su casa, de la nada aparecían dos pequeñas manos que les jugaban “las chiches” y luego los chompipes desaparecían; las mujeres muy molestas sólo lograban ver a un pequeño ser que, luego de realizar la travesura, salía corriendo para perderse entre los matorrales. Por lo visto este pequeño ser tenía gustos muy marcados.
La Cueva del Duende es una misteriosa formación rocosa cuyo camino se extiende hasta Guatemala, según nos comenta Don José González –propietario del terreno-, pero al adentrarse en la misma hay una enorme piedra que dificulta el paso y nadie se atreve a pasar, pues tienen miedo de quedar atrapados para siempre, perderse en caminos desconocidos o ser capturados por el enigmático duende.
Y si lleva perros no los deje sueltos. Las leyendas hablan de mascotas que entraron a las cuevas y nunca salieron.